cartelcompania.jpg (30816 bytes)

Una forma de cocinar la pareja, a partir de la comedia de Eduardo Rovner, muy adaptada por Gabalzeka Teatro

Intérpretes

  • Ana  - Amaia Eskiroz

  • Magda - Marisol García

  • Pablo - Iosu Kabarbaien

  • Técnicos
  • Luz     Javier Salvo
  • Sonido Mikel Berrio
  • Realización
    • A. Eskiroz - M. García - I. Kabarbaien
    Dirección
  • Ramón Vidal
  • Producción

    • Gabalzeka Teatro
    in memoriam

    Muchas gracias a Teresa Izu,

    Ficha técnica

    Duración: 1,15 h.

    Espacio (mínimo): 4 m ancho, 3 m fondo, 2,80 m altura

    Potencia (mínimo): 8.000 w 220 vol.

     

    Contratación: Gabalzeka Teatro.

    A/A Marisol García

    C/ Miranda, 11. 31300 Tafalla

    Tel 948 70 09 82 Fax 948 75 54 04

    gabalzeka@hotmail.com

     

    Una parte de cada vida, y aún de cada vida insignificante, transcurre en buscar las razones de ser, los puntos de partida, las fuentes. -

    Marguerite Yourcenar

    RECETA

    Requisitos

    Ingredientes: dos mujeres, un hombre y aderezos

    Utensilios: Una casa y algo para revolver

    Tiempo de preparación: unos años

    Tiempo de cocción: un rato

    Grado de dificultad: fácil, muy sencillo de conseguir

    Preparación

    Se elige una mujer joven, seductora, locuaz, vital y creadora; felizmente casada, amante de su hogar, de su marido y de todo lo que han logrado juntos. Se introduce en la casa y se reserva.

    Se opta ahora por otra mujer no tan joven, ni tan seductora, tímida porque tartamudea (o tartamudea porque es tímida), viuda, sola y anhelante de la compañía que el resto posee. Se adereza con una pizca de coraje y otra de determinación y se reserva aparte.

    Después se selecciona al hombre. Optamos por uno mediano, gris o marrón, sincero a primera vista, de poco ánimo y con oficio rutinario, aunque en realidad vale cualquiera con un mínimo de calidad organoléptica. Se sazona, si es necesario, con un poco de credulidad y se introduce en la casa, junto a la primera mujer.

    Escanciamos dentro un buen chorro de cotidianidad que impregne el contenido y lo dejamos macerar durante un tiempo (varios años).

    Cocción

    Cuando ha transcurrido la maceración se arrima la casa al calor y se mantiene a fuego lento, dando vueltas para que no se peguen los ingredientes, hasta que la pareja se deshace. Cuando la mezcla toma el aspecto de un espeso engrudo, se introduce la mujer que teníamos en reserva y se pone el contenido a fuego vivo para que hierva, sin olvidar revolver con fuerza hasta que todo quede hecho una pasta uniforme.

    Entonces se retira de la lumbre y se vierte el contenido en una fuente limpia para que se enfríe y endurezca.

    Después se corta en pedacitos y se sirve frío, salpicado de risas que contrasten el sabor.

    ¡Buen provecho!

     

    Nunca cesaremos de explorar y el fin de todas nuestras exploraciones será llegar al lugar de donde empezamos y conocerlo por primera vez.

    T. S. Elliot

    Dos mujeres pivotan alrededor de un hombre que, a pesar de ser el eje que las une, no tiene mayor importancia: es el sustrato por el que se deslizan los acontecimientos que ellas viven, la excusa para la exhibición de dos tipos de mujer muy diferentes.

    Ante esta disparidad de caracteres sólo una circunstancia las une: su pertenencia al género femenino, en contraposición al masculino que comparte características de ambos tipos de mujer.

    Y para que estos caracteres se muestren, cruzamos a un hombre como nexo común entre las mujeres: las diferentes maneras de asumir la feminidad producen consecuencias imprevisibles en los dos casos, absolutamente opuestos en un principio, pero iguales al final, o lo que es lo mismo, en el fondo.

    Una última vuelta de tuerca desenmascara la auténtica historia de fondo donde, como sucede habitualmente hoy día, el hombre es el verdadero manipulador de la mujer, sea como sea.